La educación durante la Revolución de Mayo: maestros, alumnos y escuelas en 1810
¿Dónde estudiaremos?
Era lo que se preguntaban los alumnos por las calles de la capital. Primero los enviaron a un terreno que el colegio tenía fuera de la ciudad. Al lugar lo llamaban “la chacrita de los colegiales”. ¿Sabés dónde estaba ubicado? Donde hoy está el Cementerio de la Chacarita. Ahí permanecieron un par de años, hasta que se mudaron a la espaciosa casa de un rico vecino, don Riglos, que vivía al lado del Cabildo.
La educación empezaba en las iglesias
Las primeras letras se enseñaban en las parroquias. Lo básico: leer, escribir, sumar y restar. Y mucha religión. En el Colegio de San Carlos (el único de Buenos Aires) o el Montserrat (en Córdoba), se incorporaban otras materias. Como si fuera un secundario
¿Y las chicas?
En general, las clases se impartían solo a los varones, en algunas provincias se establecieron escuelas para huérfanas y niñas.
Era común que los maestros golpearan a los alumnos... ¡Ay!
Los maestros de escuela solían castigar las faltas de estudio o disciplinarias de sus alumnos con un golpe de palmeta en los nudillos de la mano.
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